Yo levanté los ojos, y tuve una visión:
Había cuatro cuernos.
Entonces pregunté al ángel
que hablaba conmigo: «¿Qué son estos cuernos?». El me respondió: «Son los
cuernos que dispersaron a Judá, a Israel y a Jerusalén».
Después el Señor me mostró
cuatro herreros.
Yo pregunté: «¿Qué vienen a
hacer estos?». El me respondió: «Aquellos son los cuernos que dispersaron a
Judá, a tal punto que nadie podía levantar la cabeza; pero estos han venido
para aterrarlos, para derribar los cuernos de las naciones que atacaron al país
de Judá, a fin de dispersarlo».
Yo levanté los ojos, y tuve
una visión: Había un hombre que tenía en la mano una cuerda de medir.
Entonces le pregunté: «¿A
dónde vas?». El me respondió: «Voy a medir Jerusalén, para ver cuánto
tiene de ancho y cuánto de largo».
Mientras el ángel que hablaba conmigo
estaba allí, otro ángel le salió a su encuentro
y le dijo: «Corre, habla a ese joven y
dile: "Jerusalén será una ciudad abierta por la gran cantidad de hombres y
animales que habrá en ella.
Yo seré para ella –oráculo del Señor– una
muralla de fuego a su alrededor, y seré su Gloria en medio de ella"».
¡Vamos! Huyan del país del Norte –oráculo
del Señor– porque yo los dispersé a los cuatro vientos del cielo –oráculo del
Señor–
¡Vamos! ¡Sálvate, Sión, tú,
que habitas en Babilonia!
Porque así habla el Señor de
los ejércitos a las naciones que los despojaron –ya que el que los toca a
ustedes, toca la pupila de mis ojos–:
¡Sí, yo levanto mi mano
contra ellos, y serán despojados por sus mis mismos esclavos! ¡Así ustedes
sabrán que me ha enviado el Señor de los ejércitos!
Grita de júbilo y alégrate,
hija de Sión: porque yo vengo a habitar en medio de ti –oráculo del Señor–.
Aquel día, muchas naciones
se unirán al Señor: ellas serán un pueblo para él y habitarán en medio de ti. ¡Así
sabrás que me ha enviado a ti el Señor de los ejércitos!
El Señor tendrá a Judá como
herencia, como su parte en la Tierra santa, y elegirá de nuevo a Jerusalén.
¡Que callen todos los
hombres delante del Señor, porque él surge de su santa Morada!