Habla en estos términos a Aarón: «Cuando
enciendas las lámparas, las siete luces deberán iluminar hacia la parte
delantera del candelabro».
Así lo hizo Aarón: dispuso las lámparas
hacia la parte delantera del candelabro, como el Señor lo había ordenado a
Moisés.
El candelabro era todo de oro forjado,
desde la base hasta la flor, y estaba hecho conforme al modelo que el Señor
había mostrado a Moisés.
La dedicación de los levitas
El Señor dijo a Moisés:
Separa a los descendientes de Leví de los
demás israelitas, y purifícalos.
Para eso, deberás proceder de la siguiente
manera: los rociarás con agua lustral; ellos se pasarán la navaja por todo el
cuerpo, se lavarán la ropa y así quedarán purificados.
Luego tomarán un novillo, con su
correspondiente oblación de harina de la mejor calidad, amasada con aceite, y
tú tomarás otro novillo para un sacrificio por el pecado.
Entonces harás acercar a los levas hasta la
Carpa del Encuentro y reunirás a toda la comunidad de los israelitas.
Una vez que hayas hechos acercar a los
levitas hasta la presencia del Señor, los israelitas impondrás las manos sobre
ellos.
Luego Aarón, en nombre de todos, ofrecerá
los levitas al Señor con el gesto de presentación. Así quedarán destinados al
servicio del Señor.
Los levitas impondrán sus manos sobre las
cabezas de los novillos: uno será ofrecido al Señor como sacrificio por el
pecado, y el otro como holocausto, a fin de practicar el rito de expiación en
favor de los levitas.
Tú deberás poner a los levitas a
disposición de Aarón y de sus hijos, y los ofrecerás al Señor con el gesto de
presentación.
Así pondrás aparte a los levitas para que
me pertenezcas.
Y una vez que los hayas purificado y los
hayas ofrecido con el gesto de presentación, comenzarán a prestar servicios en
la Carpa del Encuentro.
Porque ellos están dedicados a mí
exclusivamente, entre todos los israelitas: yo los tomé para mí en lugar de
todos los que abren el seno materno, o sea, de todos los primogénitos.
Porque todos los primogénitos de los
israelitas –tanto hombres como animales– son míos: yo me los consagré cuando
exterminé a todos los primogénitos en Egipto.
Ahora tomo a los levitas en
lugar de los primogénitos,
y se los doy a Aarón y a sus
hijos, en calidad de dedicados, a fin de que presten servicios para los
israelitas en la Carpa del Encuentro y practiquen el rito de expiación en favor
de ellos. De esta manera, los israelitas no serán castigados por
acercarse al Santuario.
Moisés, Aarón y toda la comunidad de
Israel hicieron con los levitas lo que el Señor había ordenado a Moisés.
Los levitas se purificaron
de sus pecados y lavaron su ropa. Luego Aarón los ofreció al Señor con el gesto
de presentación y practicó el rito de expiación en favor de ellos, a fin de
purificarlos.
Después de esto, los levitas
comenzaron a prestar servicios en la Carpa del Encuentro, a las órdenes de
Aarón y de sus hijos. Ellos hicieron con los levitas lo que el Señor había
ordenado a Moisés.
Luego el Señor dijo a
Moisés:
Los levitas se atendrán a esto: a partir
de los veinticinco años, integrarán el grupo de servicio activo en la Carpa del
Encuentro,
y a los cincuenta, cesarán en sus
funciones y no prestarán más servicios.
Ayudarán a sus hermanos en la Carpa del
Encuentro, realizando algunas tareas, pero no prestarán servicios. Así
procederás con los levitas en lo referente a sus funciones.