Job6 - kzu/VocabularioTeologiaBiblica GitHub Wiki
El Antiguo Testamento
JOB
Capítulo 6
- Job respondió, diciendo:
- ¡Ah, si pudiera pesarse mi dolor y se
pusiera en la balanza toda mi desgracia!
- Ahora pesarían más que la arena del mar,
¡por eso digo tantos desatinos!
- Las flechas del Todopoderoso están clavadas
en mí y mi espíritu absorbe su veneno; los terrores de Dios están enfilados
contra mí.
- ¿Rebuzna el asno salvaje sobre la hierba
verde o muge el toro junto a su forraje?
- ¿Se come sin sal un alimento insípido o
tiene sabor la clara de huevo?
- Lo que yo me resistía incluso a tocar es mi
alimento en la enfermedad.
- ¡Si al menor se cumpliera mi pedido y Dios
me concediera lo que espero!
- ¡Si Dios se decidiera a aplastarme, si
soltara su mano y me partiera en dos!
- Entonces tendría de qué consolarme y
saltaría de gozo en mi implacable tormento, por no haber renegado de las
palabras del Santo.
- ¿Qué fuerza tengo para poder esperar?
¿Cuál es mi fin para soportar con paciencia?
- ¿Tengo acaso la resistencia de las piedras
o es de bronce mi carne?
- No, no encuentro ninguna ayuda dentro de
mí mismo y se me han agotado los recursos.
- Bien merece la lealtad de su amigo el
hombre deshecho que ha perdido el temor a Dios.
- Pero mis hermanos me han traicionado como
un torrente, como el cauce de los torrentes pasajeros,
- que corren turbios durante el deshielo,
arrastrando la nieve derretida.
- Al llegar el verano, se evaporan; con el
calor, se extinguen en su propio lecho.
- Las caravanas desvían su
trayecto, se internan en el desierto y perecen.
- Las caravanas de Temá
vuelven los ojos hacia ellos, los viajantes de Sabá esperan encontrarlos.
- Pero se avergüenzan de haber esperado,
llegan hasta allí, y quedan defraudados.
- Así son ahora ustedes para
mí: ven algo horrible, y se llenan de espanto.
- Yo nunca les dije: «Denme algo, regálenme
una parte de sus bienes,
- líbrenme del poder del
enemigo, rescátenme de las manos de los violentos».
- Instrúyanme, y yo me
callaré; háganme entender dónde está mi error,
- ¿Acaso son hirientes las
palabras rectas? Pero ¿qué se arregla con los reproches de ustedes?
- ¿O pretenden arreglarlo todo con
reproches, mientras echan al viento las palabras de un desesperado?
- ¡Ustedes echarían suertes sobre un
huérfano y traficarían con su propio amigo!
- ¡Decídanse de una vez, vuélvanse hacia mí!
¿Acaso les voy a mentir en la cara?
- Vuelvan, les ruego, y que no
haya falsedad; vuelvan, está en juego mi justicia.
- ¿Acaso hay falsedad en mi lengua o mi
paladar no sabe discernir la desgracia?