Job34 - kzu/VocabularioTeologiaBiblica GitHub Wiki
El Antiguo Testamento
JOB
Capítulo 34
- Elihú tomó la palabra y
dijo:
- ¡Escuchen, sabios, mis
palabras, y ustedes, los expertos, préstenme atención!
- Porque el oído discierne las
palabras como el paladar gusta los alimentos.
- Decidamos entre nosotros lo
que es recto, reconozcamos todos juntos lo que es bueno.
- Porque Job declara: «Yo tengo razón, pero
Dios me privó de mi derecho.
- El miente en lo que concierne a mi caso; mi
llaga es incurable, aunque no cometí ninguna falta».
- ¿Hay alguien como Job, que bebe los
sarcasmos como agua,
- que va en compañía de los
malhechores y camina con los hombres perversos?
- Porque él dice: «Al hombre no
le sirve de nada tratar de obtener el favor de Dios».
- Por eso, escúchenme, hombres
sensatos: ¡lejos de Dios la maldad, y del Todopoderoso, la injusticia!
- Porque él retribuye al hombre según sus
obras y trata a cada uno conforme a su conducta.
- ¡No, no es cierto que Dios hace el mal y
que el Todopoderoso tergiversa el derecho!
- ¿Quién le ha encomendado la tierra y quién
lo encargó del mundo entero?
- Si él retirara su espíritu y recogiera su
aliento de vida,
- todos los vivientes expirarían a la vez y
los hombres volverían al polvo.
- Si tienes inteligencia, escucha esto,
presta atención al sonido de mis palabras.
- ¿Sabría gobernar al Justo, al Poderoso?
- ¡A él, que llama «¡Inútil!»
a un rey y «¡Malvados!» a los dignatarios,
- que no toma partido por los
príncipes ni favorece al rico en perjuicio del pobre, porque todos son obra de
sus manos!
- Ellos mueren en un instante,
en plena noche; él hiere a los nobles, y desaparecen, depone al hombre fuerte
sin la ayuda de nadie.
- Porque sus ojos miran los
caminos del hombre y él observa sus pasos:
- no hay tinieblas ni
oscuridad donde puedan ocultarse los que hacen el mal.
- Porque él no fija al hombre una fecha para
presentarse a juicio ante Dios:
- él quebrante a los grandes
sin previo examen y pone a otros en lugar de ellos.
- Así, porque él conoce todas
sus acciones, los derriba en una noche, y quedan aplastados.
- Los abofetea como a
malhechores en un lugar que está a la vista de todos,
- porque se negaron a seguirlo y no
comprendieron todos sus caminos,
- haciendo que llegara hasta él el grito del
pobre y que él escuchara el clamor de los oprimidos.
- Si él se queda inmóvil, ¿quién lo
sacudirá? Si cubre su rostro, ¿quién lo verá? El vigila, sin embargo, a
naciones e individuos
- para que no reine ningún hombre impío, uno
de esos que son una trampa para el pueblo.
- Tú solo tienes que decir a Dios: «Yo fui
seducido, no volveré a hacer el mal;
- instrúyeme, hasta que pueda ver. Si cometí
una injusticia, no voy a reincidir».
- ¿Acaso él retribuirá según tu parecer,
siendo así que tú has despreciado su instrucción? Ya que eres tú el que decide,
no yo, dile todo lo que sepas.
- Los hombres sensatos me
dirán y también todo sabio que me escuche:
- «Job no sabe lo que dice y sus palabras
carecen de sentido».
- Que Job sea examinado hasta el final por
haber respondido como un hombre perverso.
- Porque él, a su pecado, añade la
rebeldía, aplaude en medio de nosotros y multiplica sus palabras contra Dios.