Job31 - kzu/VocabularioTeologiaBiblica GitHub Wiki
El Antiguo Testamento
JOB
Capítulo 31
- Yo establecí un pacto con mis ojos para
no fijar la mirada en ninguna joven.
- Porque ¿cuál es la porción que Dios asigna
desde lo alto y la herencia que el Todopoderoso distribuye desde el cielo?
- ¿No es la ruina para el
injusto y el desastre para los que hacen el mal?
- ¿Acaso él no ve mis caminos y
cuenta todos mis pasos?
- Si caminé al lado de la
mentira y mis pies corrieron hacia el engaño,
- ¡que Dios me pese en una
balanza justa y reconocerá mi integridad!
- Si mi paso se desvió del camino y mi
corazón fue detrás de lo que veían mis ojos; si alguna mancha se adhirió a mis
manos,
- ¡que otro coma lo que yo siembro y mis
retoños sean arrancados de raíz!
- Si me dejé seducir por alguna mujer o
aceché a la puerta de mi vecino,
- ¡que mi mujer muela el grano para otro y
que otros abusen de ella!
- Porque eso sí que es una infamia, un
delito reprobado por los jueces;
- es un fuego que devora hasta
la Perdición y exterminará de raíz todas mis cosechas.
- Si desestimé el derecho de mi esclavo o el
de mi servidora, cuando litigaban conmigo,
- ¿qué haré cuando Dios se levante, qué le
replicaré cuando me pida cuenta?
- El que me hizo a mí, ¿no lo hizo también a
él? ¿No es uno mismo el que nos formó en el seno materno?
- Si rehusé a los pobres lo
que ellos deseaban y dejé desfallecer los ojos de la viuda;
- si comí yo solo mi pedazo de pan, sin que
el huérfano lo compartiera
- –yo, que desde mi juventud lo crié como un
padre y lo guié desde el vientre de mi madre–
- si vi a un miserable sin ropa o a un
indigente sin nada para cubrirse,
- y no me bendijeron en lo íntimo de su ser
por haberse calentado con el vellón de mis corderos;
- si alcé mi mano contra un huérfano, porque
yo contaba con una ayuda en la Puerta,
- ¡que mi espada se desprenda del cuello y
mi brazo sea arrancado de su juntura!
- Porque el terror de Dios me acarrearía la
ruina y no podría resistir ante su majestad.
- Si deposité mi confianza en el oro y dije
al oro fino: «Tú eres mi seguridad»;
- si me alegré de tener muchas riquezas y de
haber adquirido una enorme fortuna;
- si a la vista del sol resplandeciente y de
la luna que pasaba radiante,
- mi corazón se dejó seducir en secreto y le
envié besos con la mano:
- ¡también eso sería un delito reprobado por
los jueces, porque yo habría renegado del Dios de lo alto!
- ¿Acaso me alegré del infortunio de mi
enemigo y me regocijé cuando le tocó una desgracia?
- No, no dejé que mi boca pecara, pidiendo
su muerte con una imprecación.
- ¿No decían los hombres de mi carpa: «¿Hay
alguien que no se sació con su carne?».
- Ningún extranjero pasaba la noche afuera,
y yo abría mi puerta al caminante.
- Si oculté mis transgresiones como un
hombre cualquiera, escondiendo mi culpa en mi pecho,
- porque temía el murmullo de la gente o
me asustaba el desprecio de mis parientes, y me quedaba en silencio, sin salir
a la puerta...
- Si mi tierra gritó venganza contra mí y
también sus surcos derramaron lágrimas;
- si comí sus frutos sin
pagar y extorsioné a sus propietarios,
- ¡que en lugar de trigo
salgan espinas, y en vez de cebada, ortigas punzantes!
- ¡Ah, si alguien quisiera escucharme!
Aquí está mi firma: ¡que el Todopoderosos me responda! En cuanto al documento
que escriba mi oponente,
- yo lo llevaré sobre mis espaldas, y me lo
ceñiré como una corona.
- Sí, le manifestaré cada uno de mis pasos;
como un príncipe, me acercaré hasta él.
40c Aquí terminan las
palabras de Job.