Job29 - kzu/VocabularioTeologiaBiblica GitHub Wiki
El Antiguo Testamento
JOB
Capítulo 29
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Job continuó pronunciando su poema, y dijo:
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¡Si pudiera volver a los tiempos pasados, a los días en que Dios cuidaba de mí,
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cuando hacía brillar su lámpara sobre mi cabeza y yo caminaba a su luz entre las tinieblas!
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¡Si estuviera como en el otoño de mi vida, cuando Dios protegía mi carpa,
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cuando el Todopoderoso aún estaba conmigo y me rodeaban mis hijos;
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cuando mis pies se bañaban en lecha cuajada y la roca derramaba para mí arroyos de aceite!
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Si yo salía a la puerta principal de la ciudad y ocupaba mi puesto en la plaza,
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los jóvenes se retiraban al verme, los ancianos se levantaban y permanecían de pie.
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Los príncipes retenían sus palabras y se tapaban la boca con la mano;
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a los jefes se les apagaba la voz, se les pegaba la lengua al paladar.
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Ellos me escuchaban con expectación, callaban para oír mi consejo.
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Después que yo hablaba, nadie replicaba, mi palabra caía sobre ellos gota a gota.
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Me esperaban como a la lluvia, abrían su boca como a la lluvia de primavera.
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Si les sonreía, les costaba creerlo y no querían perderse la luz de mi rostro.
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Yo les elegía el camino y me ponía al frente; me instalaba como un rey con sus tropas y adonde yo los llevaba, se dejaban guiar.
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Sí, el que me oía me felicitaba y el que me veía daba testimonio a mi favor.
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Porque yo salvaba al pobre que pedía auxilio y al huérfano privado de ayuda.
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El desesperado me hacía llegar su bendición, y yo alegraba el corazón de la viuda.
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Me había revestido de justicia, y ella me cubría, mi rectitud era como un manto y un turbante.
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Yo era ojos para el ciego y pies para el lisiado,
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era un padre para los indigentes y examinaba a fondo el caso del desconocido.
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Rompía las mandíbulas del injusto y le hacía soltar la presa de sus dientes.
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Entonces pensaba: «Moriré en mi nido, multiplicaré mis días como el ave fénix
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Mi raíz se extenderá hacia el agua y el rocío se posará en mi ramaje.
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Mi gloria será siempre nueva en mí y el arco rejuvenecerá en mi mano».