Job13 - kzu/VocabularioTeologiaBiblica GitHub Wiki
El Antiguo Testamento
JOB
Capítulo 13
- Sí, todo esto lo vi con mis propios ojos,
lo escuché con mis oídos y lo entendí,
- Lo que ustedes saben, lo sé yo también: no
estoy por debajo de ustedes.
- Pero yo quiero hablarle al Todopoderoso, mi
deseo es discutir con Dios.
- ¡Ustedes lo encubren todo con
sus mentiras, médicos inútiles son todos ustedes!
- ¡Si se callaran de una vez, darían una
prueba de sabiduría!
- Escuchen, entonces, mi defensa; presten
atención a mi querella.
- ¿Es por Dios que ustedes
hablan falsamente y para favorecerlo apelan al engaño?
- ¿Se muestran parciales en
atención a él y pretenden ser los abogados de Dios?
- ¿Eso los beneficiará
cuando él los examine? ¿Jugarán con él como se juega con un hombre?
- No, él será el primero en acusarlos si
toman partido solapadamente.
- ¿Acaso no los espantará su majestad, y su
terror no se abatirá sobre ustedes?
- Las que ustedes alegan son
sentencias de ceniza, sus respuestas son de barro.
- Dejen de hablarme, soy yo el
que hablaré, ¡no importa lo que me pueda pasar!
- Arriesgaré el todo por el
todo y pondré en peligro mi vida.
- ¡Que él me mate! Ya no tengo esperanza,
sólo quiero defender mi conducta ante él.
- Y esto mismo será un triunfo para mí,
porque ningún impío puede comparecer ante él.
- Oigan, oigan bien mis
palabras, que mis declaraciones lleguen a sus oídos.
- Estoy preparado para el juicio, yo sé que
la razón estará de mi par.
- ¿Hay alguien que me pueda
incriminar? Entonces aceptaría quedarme callado y expirar.
- Concédeme dos cosas
solamente, y así no me ocultaré de tu presencia:
- aparte de mí la palma de tu
mano y que tu terror no me atemorice.
- Luego llámame, y yo te
responderé, o hablaré yo, y tú me responderás.
- ¿Cuántas son mis culpas y
mis pecados? Dame a conocer mi rebeldía y mi pecado.
- ¿Por qué ocultas tu rostro y
me consideras tu enemigo?
- ¿Quieres atemorizar a una hoja llevado por
el viento? ¿Vas a perseguir a una paja reseca?
- ¡Tú me dictas contra mí
sentencias amargas y me imputas las culpas de mi juventud,
- tú que pones mis pies en el
cepo, tú que vigilas todos mis senderos y cercas las plantas de mis pies!
- Así este hombre se deshace como madera
carcomida, como ropa devorada por la polilla.