Eclo13 - kzu/VocabularioTeologiaBiblica GitHub Wiki
El Antiguo Testamento
ECLESIASTICO
Capítulo 13
El que toca el betún se queda manchado, y
el que trata con el orgulloso se vuelve igual a él.
No levantes una carga demasiado pesada, ni
trates con uno más fuerte y más rico que tú: ¿puede el vaso de arcilla juntarse
con la olla? Esta lo golpeará y aquel se romperá.
El rico agravia, y encima se envalentona;
el pobre es agraviado, y encima pide disculpas.
Mientras le seas útil, te explotará, pero
si no tienes nada, te abandonará.
Si posees algo, vivirá contigo y te
despojará sin lástima.
Cuando te necesite, tratará de engañarte,
te sonreirá y te dará esperanzas; te dirigirá hermosas palabras y te
preguntará: «¿Qué te hace falta?».
Te comprometerá con sus festejos
hasta despojarte dos y tres veces, y al final se burlará de ti; después, cuando
te vez, pasará de largo y meneará la cabeza delante de ti.
Presta atención, para no dejarte engañar ni
ser humillado por tu insensatez.
Cuando te invite un poderoso, quédate a
distancia, y te invitará con más insistencia.
No te precipites, para no ser rechazado,
ni te quedes muy lejos, para no ser olvidado.
No pretendas hablarle de igual a igual ni
te fíes si conversa demasiado: él te pone a prueba con su locuacidad y te
examina entre risa y risa.
El que no se modera al hablar, es un
despiadado, y no te ahorrará ni los golpes ni las cadenas.
Observa bien y presta mucha atención,
porque estás caminando al borde de tu ruina.
[Cuando oigas esto en tu sueño,
despiértate; ama al Señor toda tu vida e invócalo para tu salvación.]
Todo animal quiere a su semejante y todo
hombre, al de su misma condición;
todo ser viviente se une a los de su
especie y el hombre, a uno semejante a él.
¿Qué tienen de común el lobo y el cordero?
Así pasa con el pecador y el hombre bueno.
¿Qué paz puede haber entre la hiena y el
perro? ¿Y qué paz entre el rico y el pobre?
Los asnos salvajes en el
desierto son presa de los leones: así los pobres son pasto de los ricos.
La humillación es abominable para el
soberbio: así el rico abomina del pobre.
Cuando un rico da un mal paso, sus amigos
lo sostienen; cuando un pobre cae, sus amigos lo rechazan.
Si un rico resbala, muchos corren en su
ayuda; dice cosas irrepetibles, y le dan la razón. Resbala el humilde, y lo
critican; se expresa con sensatez, y nadie le hace caso.
Si el rico habla, todos se
callan y ponen sus palabras por las nubes; habla el pobre, y preguntan: «¿Quién
es este?», y si tropieza, le dan un empujón.
Buena es la riqueza, si está
libre de pecado, y mala es la pobreza a juicio del impío.
El corazón de un hombre lo
hace cambiar de semblante, tanto para bien como para mal:
un rostro alegre refleja
la dicha del corazón, y la invención de proverbios exige penosas reflexiones.