Eclo12 - kzu/VocabularioTeologiaBiblica GitHub Wiki
El Antiguo Testamento
ECLESIASTICO
Capítulo 12
Si haces el bien, mira a
quién lo haces, y te darán las gracias por tus beneficios.
Haz el bien al hombre bueno, y tendrás tu
recompensa, si no de él, ciertamente del Altísimo.
No recibe bienes el que persiste en el mal
y el que no agradece la limosna.
Da al hombre bueno, pero no ayudes al
pecador.
Sé bueno con el humilde, pero no des el
impío: rehúsale su pan, no se lo des, no sea que así llegue a dominarte, y
entonces recibirás un doble mal por todo el bien que le hayas hecho.
Porque también el Altísimo detesta a los
pecadores y dará su merecido a los impíos.
Da al hombre bueno, pero no ayudes al
pecador.
No es en las buenas cuando se
conoce al amigo, ni en las malas se oculta el enemigo.
En las buenas, los enemigos
se entristecen, y en las malas, hasta el amigo se aleja.
Nunca te fíes de tu enemigo, porque la
maldad lo corroe como la herrumbre al metal:
aunque se haga el humilde y camine
encorvado, ten mucho cuidado y está alerta contra él; trátalo como quien pule
un espejo, a ver si la herrumbre no terminó de corroerlo.
No lo pongas junto a ti, no sea que te
derribe para ocupar tu puesto; no lo hagas sentar a tu derecha, no sea que
pretenda tu mismo sitial, y al fin comprendas mis palabras y sientas pesar al
recordarlas.
¿Quién compadece al encantador mordido por
la serpiente o al domador de animales salvajes?
Lo mismo pasa con el que se acerca a un
pecador y se entremezcla en sus pecados.
El permanecerá una hora contigo, pero si
vacilas, no te dará una mano.
El enemigo tiene miel en los labios, pero
por dentro piensa cómo arrojarte en la fosa. El enemigo tiene lágrimas en los
ojos, pero, llegada la ocasión, no habrá sangre que lo sacie.
Si te pasa algo malo, lo encontrarás allí
antes que a ti mismo; simulando ayudarte, te hará una zancadilla:
moverá la cabeza y
aplaudirá, hablará entre dientes y pondrá otra cara.