Expiación del homicidio cometido por un desconocido
Si en la tierra que el Señor, tu Dios, te
da en posesión, alguien encuentra un hombre muerto, tendido en medio del campo,
y no se sabe quién lo mató,
tus ancianos y tus jueces
irán a medir las distancias que hay entre la víctima y las ciudades de
alrededor.
Luego los ancianos de la
ciudad más cercana tomarán una ternera que no haya sido sometida a ningún
trabajo ni haya estado bajo el yugo;
la llevarán hasta un arroyo de agua
perenne, a un lugar donde no se cultiva ni se siembra, y la desnucarán junto al
arroyo.
También se harán presentes
los sacerdotes levitas, porque el Señor los eligió para que estuvieran a su
servicio y para que estuvieran a su servicio y para que bendijeran en su
Nombre. y a ellos les corresponde resolver los litigios y los casos de
agresión.
Luego los ancianos de la
ciudad más cercana a la víctima se levarán las manos en el arroyo, sobre la
ternera desnucada.
y pronunciarán éstas palabras: «Nuestras
manos no han derramado esa sangre y nuestros ojos no han visto nada.
Perdona, Señor, a tu pueblo Israel, ese
pueblo que tú rescataste, y no dejes recaer sangre inocente sobre tu pueblo
Israel». Así quedarán absueltos del delito de sangre.
De esta manera harás desaparecer de entre
ustedes la sangre inocente. haciendo lo que es recto a los ojos del Señor.
El matrimonio con una prisionera de guerra
Cuando salgas a combatir
contra tus enemigos, y el Señor, tu Dios, los ponga en tus manos, si tomas
algunos prisioneros
y entre ellos ves una mujer
hermosa que te resulta atrayente, y por eso la quieres tomar por esposa,
deberás llevarla a tu casa. Entonces ella
se rapará la cabeza, se cortará las uñas,
se quitará su ropa de cautiva y
permanecerá en tu casa durante un mes entero, llorando a su padre y a su madre.
Sólo después de esto podrás unirte a ella para ser su esposo, y ella será tu
mujer.
Pero si más tarde dejas de quererla, le
permitirás disponer de sí misma, y no podrás venderla por dinero ni
maltratarla, porque la has violentado.
El derecho de primogenitura
Si un hombre que tiene dos mujeres, ama a
una y a la otra no, a las dos le dan hijos, pero el primogénito es hijo de la
mujer que no ama,
Cuando reparta la herencia entre sus
hijos, no podrá considerar como primogénito al hijo de la mujer que ama, en
perjuicio del verdadero primogénito.
El deberá reconocer como primogénito al
hijo de la mujer que no ama, dándole dos partes de todo lo que posee, porque
este hijo es el primer fruto de su vigor, y por eso le corresponde el derecho
de primogenitura.
El hijo rebelde
Si un hombre tiene un hijo indócil y
rebelde, que desobedece a su padre y a su madre, y no les hace caso cuando
ellos lo reprenden,
su padre y su madre lo presentarán ante
los ancianos del lugar, en la puerta de la ciudad,
y dirán a los ancianos: «Este hijo nuestro
es indócil y rebelde; no quiere obedecernos, y es un libertino y un borracho».
Entonces todos los habitantes de su ciudad
lo matarán a pedradas. Así harás desaparecer el mal de entre ustedes, y todo
Israel, cuando se entere, sentirá temor.
El cadáver expuesto
Si un hombre, culpable de un crimen que
merece la pena de muerte, es ejecutado y colgado de un árbol,
su cadáver no quedará en el árbol
durante la noche, sino que lo enterrarás ese mismo día, porque el que está
colgado de un árbol es una maldición de Dios. Y tú no mancharás el suelo que el
Señor, tu Dios, te da como herencia.