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El Antiguo Testamento
PRIMER LIBRO DE LOS REYES
Capítulo 16
La palabra del Señor llegó entonces a
Jehú, hijo de Jananí, contra Basá, en estos términos:
«Yo te levanté del polvo y te constituí
jefe de mi pueblo Israel. Pero tú has seguido el camino de Jeroboam y has hecho
pecar a mi pueblo Israel, provocándome así con sus pecados.
Por eso, voy a barrer hasta los últimos
restos de Basá y de su casa, y dejaré tu casa como la de Jeroboam, hijo de
Nebat.
Al de la familia de Basá que muera en la
ciudad, lo comerán los perros, y al que muera en descampado, lo comerán las
aves del cielo».
El resto de los hechos de Basá y todo lo
que él hizo, así como su valentía, ¿no está escrito todo eso en el Libro de los
Anales de los reyes de Israel?
Basá se fue a descansar con sus padres y
fue sepultado en Tirsá. Su hijo Elá reinó en lugar de él.
Además, por medio del profeta Jehú, hijo de
Jananí, la palabra del Señor fue dirigida a Basá y a su casa, por todo el mal
que este había hecho a los ojos del Señor, provocando su indignación con la
obra de sus manos, hasta el punto de llegar a ser como la casa de Jeroboam, y
también por haber exterminado su estirpe.
El reinado de Elá en Israel (887-886)
El vigésimo sexto año de Asá,
rey de Judá, comenzó a reinar sobre Israel Elá, hijo de Basá, y reinó dos años
en Tirsá.
Su servidor Zimrí, jefe de
media división de los carros de guerra, conspiró contra él; y mientras Elá
estaba en Tirsá, bebiendo hasta embriagarse en casa de Arsá, el mayordomo de
palacio,
entró Zimrí, lo hirió de
muerte y reinó en lugar de él. Era el vigésimo séptimo año de Asá, rey de Judá.
Apenas se proclamó rey y se
sentó en su trono, él acabó con toda la casa de Basá, sin dejarle ningún varón,
ni parientes cercanos ni amigos.
Zimrí exterminó a toda la casa de Basá,
conforme a la palabra que el Señor había pronunciado contra él por medio del
profeta Jehú,
a causa de todos los pecados que Basá y su
hijo Elá habían cometido y habían hecho cometer a Israel, provocando con sus
ídolos vanos la indignación del Señor, el Dios de Israel.
El resto de los hechos de Elá y todo lo
que él hizo, ¿no está escrito en el libro de los Anales de los reyes de Israel?
El reinado de Zimrí en Israel (886)
El vigésimo séptimo año de
Asá, rey de Judá, comenzó a reinar Zimrí, y reinó siete días en Tirsá. Mientras
tanto, el ejército estaba acampado contra Guibetón, que pertenecía a los
filisteos.
Cuando el ejército acampado oyó decir:
«Zimrí ha tramado una conspiración e incluso ha matado al rey», ese mismo día,
en el campamento, todo Israel proclamó rey de Israel a Omrí, el jefe del
ejército.
Omrí y todo Israel con él subieron de
Guibetón y sitiaron a Tirsá.
Cuando Zimrí vio que la ciudad era tomada,
entró en el torreón del palacio real, prendió fuego al palacio y así murió.
Esto sucedió por el pecado que había
cometido, haciendo lo que es malo a los ojos del Señor, siguiendo el camino de
Jeroboam y persistiendo en el pecado que este había cometido al hacer pecar a
Israel.
El resto de los hechos de
Zimrí y la conspiración que él urdió, ¿no está escrito en el libro de los
Anales de los reyes de Israel?
Entonces, el pueblo de Israel se dividió
en dos: una mitad del pueblo siguió a Tibní, hijo de Guinat, para hacerlo rey;
la otra mitad, en cambio, siguió a Omrí.
Pero el partido de Omrí prevaleció sobre
los partidarios de Tibní, hijo de Guinat. Tibní murió y Omrí quedó como rey.
El reinado de Omrí en Israel (886-875)
El trigésimo primer año de
Asá, rey de Judá, comenzó a reinar sobre Israel, y reinó doce años. Reinó seis años en Tirsá,
y luego le compró a Sémer el
monto de Samaría, por dos talentos de plata. Levantó edificaciones en la
montaña, y dio a la ciudad que había edificado el nombre de Samaría, por el
nombre de Sémer, el dueño del monto.
Omrí hizo lo que es malo a
los ojos del Señor, y obró peor aún que sus predecesores.
Siguió en todo el camino de
Jeroboam, hijo de Nebat, y persistió en los pecados con que él hizo pecar a
Israel, provocando con sus ídolos vanos la indignación del Señor, el Dios de
Israel.
El resto de los hechos de
Omrí, todo lo que él hizo y las proezas que realizó, ¿no está escrito todo eso
en el libro de los Anales de los reyes de Israel?
Omrí se fue a descansar con
sus padres y fue sepultado en Samaría. Su hijo Ajab reinó en lugar de él.
El reinado de Ajab en Israel (875-853)
Ajab, hijo de Omrí, comenzó
a reinar sobre Israel el trigésimo octavo año de Asá, rey de Judá, y reinó
sobre Israel, en Samaría, durante veintidós años.
Ajab, hijo de Omrí, hizo lo
que es malo a los ojos del Señor, más que todos sus predecesores.
Y como si no le hubiera
bastado persistir en los pecados de Jeroboam, hijo de Nebat, tomó por esposa a
Jezabel, hija de Etbaal, rey de los sidonios, y fue a servir a Baal y se postró
delante de él.
Erigió además un altar a
Baal en el templo que le había construido en Samaría.
Ajab hizo también el Poste
sagrado, y continuó provocando la indignación del Señor, el Dios de Israel, más
que todos los reyes que lo habían precedido.
En su tiempo, Jiel de Betel
reconstruyó Jericó: poner los cimientos le costó la vida de Abiram, su
primogénito, y asentar las puertas le costó la vida de Segub, su hijo menor,
conforme a la palabra que había pronunciado el Señor por medio de Josué, hijo
de Nun.