plan lector 2 - caterinequintero123/cuaderno-8-2-2024 GitHub Wiki

  1. plan lector: El Túnel (Ernesto sabato) fecha:12/02/2024

solución:Tras una constante busca para reencontrarse con María, consigue verla. La toma del brazo y se la lleva a la plaza San Martín sin que ella oponga resistencia con el propósito de preguntarle el motivo de su huida. Ella responde que no lo sabe. “—Prométame que no se irá nunca más. La necesito, la necesito mucho —le dije” (cap. 9). Él es un personaje fuerte, con características violentas, mientras que ella es dispersa y apática.

En la noche decide llamarla por teléfono pero termina decepcionado por la decisión, ya que María le cuelga argumentando que en ese momento no puede hablar. Al día siguiente, agitado por la llamada, decide hablarle de nuevo pero lo atiende una mujer que le dice que su amada se ha ido al campo pero le ha dejado una carta. Decide ir a casa de María por la carta. Le abre la puerta un hombre ciego que dice ser esposo de su amada: “—No me llamo Iribarne y no me diga señor. Soy Allende, marido de María” (cap. 12). Le entregó la carta que abrió presuroso, en ella se podía leer: “Yo también pienso en usted. MARÍA” (cap. 12). Finalmente, le cuenta que su esposa se encuentra en una estancia con su primo Hunter.

Capítulo 17 a 20 Durante más de un mes Juan Pablo atormenta a María con preguntas de su vida privada y con celos por la presencia de Hunter. La recrimina constantemente por sus actos.

—Dejemos de lado las consideraciones de formas: me interesa el fondo. El fondo es que sos capaz de engañar a tu marido durante años, no sólo acerca de tus sentimientos sino también de tus sensaciones. La conclusión podría inferirla un aprendiz: ¿por qué no has de engañarme a mí también? Ahora Comprenderás por qué muchas veces te he indagado la veracidad de tus sensaciones. Siempre recuerdo cómo el padre de Desdémona advirtió a Otelo que una mujer que había engañado al padre podía engañar a otro hombre. Y a mí nada me ha podido sacar de la cabeza este hecho: el que has estado engañando constantemente a Allende, durante años.

Por un instante, sentí el deseo de llevar la crueldad hasta el máximo y agregué, aunque me daba cuenta de su vulgaridad y torpeza:

–Engañando a un ciego.